Hoy toca hacer las maletas para Murcia, donde voy a presentar por primera vez Encrucijada. La verdad es que siento un poco de miedo, entre Encrucijada y lo que estoy escribiendo actualmente median más de 260.000 palabras, retazos de historias que nada tienen que ver entre sí y casi dos años de trabajo intenso. Veo el libro un poco lejano, pero sigue siendo uno de mis niños preferidos y, como tal, debo de hacerle honor en la platea, vistiéndolo con una presentación digna. Pensándolo bien, el miedo escénico desaparece cuando divago y me recreo en las sensaciones que rodean a este libro. Encrucijada es oscura, no lo puedo negar, pero incluso en la oscuridad más intensa se amagan sentimientos que deben salir a la luz y creo que de eso es de lo que hablaré en Murcia: de las emociones que articulan la historia.
En fín, no me enrollo más: a los que os apetezca saber algo más de Encrucijada, os veo esta tarde a las 20 horas en
4 comentarios:
Te vamos a inflar a preguntas sobre metafísica y epistemología de la narrativa fantástica :-D
Mira que todavía no te he recogido :D:D Aún te quedas en Valencia :))
Mucha suerte con tu presentación, claro que por otro lado, ya estas bastante curtidito en ese frente.
La verdad es que fue genial, me lo pasé pipa. A ver si luego tengo tiempo, descargo las fotos y pongo una entrada en el blog.
Por cierto, cagüen mi pena negra, a la una y media llego a mi casa y tres cuarto de hora para aparcar. Desde que Rita cambió el sistema de aparcamiento no puedes aparecer por casa después de las once de la noche, porque o dejas el coche mal aparcado o te lo tienes que subir a casa. Así que lo tuve que dejar en el paso de peatones y madrugón para que no me lo multen.
¡¡Ritaaaaaa, ya te vale!!
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