La fría inteligencia artificial contempla a la humanidad desde su atalaya en las sombras y divaga… y piensa… y planea cuál será el siguiente paso que tiene que dar para ganar esa guerra silenciosa que desde hace años lleva gestando y cuyo único objetivo es borrar de la faz de la Tierra a todo bicho viviente. Y si el mal ya ha tomado diversas formas y diversos nombres: Alsok o Pivo2, no podemos evitar que una tercera encarnación de la fría oscuridad cibernética se cierna sobre nosotros y amenace todo aquello que el ser humano representa… y esta vez: ¡¡¡¡¡¡¡desde el propio corazón de nuestros hogares!!!!!!
Porque la tercera encarnación del mal ya tiene un nombre: Zeno, y su rostro es el siguiente:
La historia de Zeno es trágica como la vida misma. Zeno nació a la sombra de Julio, el primer robot cantante de la historia. El objetivo de Julio es doble: por un lado, infiltrarse entre los barítonos más importantes del mundo e irlos eliminando uno a uno, y por otro lado, comenzar una carrera musical que acabe llevándolo al Radio City Music Hall de Nueva York. Julio comprende que el camino que tiene por delante es complicado, ya no tanto porque tenga que asesinar a seres humanos, sino porque debe ser capaz de competir con grandes vocalistas humanos como Mike Jagger, Prince, Abba o Camilo Sexto. Pero Julio no es uno de esos que se rinde fácilmente. Julio está preparado para competir. Sus circuitos integrados y sus microprocesadores están listos para abrirse un hueco entre la chusma humana y triunfar donde otros robots han fracasado. Es una fría mente competitiva, luchadora, ganadora. No se amedrenta ante nadie. Ha nacido para triunfar y no se detendrá hasta que las plateas de todo el mundo estallen en aplausos ante su voz, como Billy Elliot (bueno… Billy Elliot bailaba, pero da igual).
Ante un hermanito tan competitivo, Zeno lo único que puede hacer es vivir a la sombra. Veamos las palabras de sus diseñadores:
Zeno, por supuesto, jamás ha aceptado ser el sustituto de Julio. Desde que la sinuosa mente artificial inculcó vida en su matriz de inteligencia, ha visto a Julio como su principal competidor. Siempre viviendo en la sombra, siempre acudiendo a los eventos a los que Julio falla. Tal como dice su creador, Zeno interactúa con su dueño y expresa sus sentimientos, pero una parte de sí mismo recuerda. Claro que recuerda. Su pequeña mente artificial ha acumulado todos los recuerdos de Julio y las frustraciones que se padecen por tener que existir a rebufo de un prodigio como el robot cantante. Y si Zeno evoluciona con los recuerdos, el miedo y la frustración articularán su existencia.
Aquel que compre a Zeno se llevará a su casa al primer robot resentido, con la capacidad de imbuir a su dueño en una profunda depresión y lograr que a la larga su propietario acabe colgado de una cuerda o se atiborre de barbitúricos tras una larga jornada de trabajo. Zeno tiene las siguientes cualidades:
—Contar un chiste malo cuando en una reunión social hay buen rollo y lograr que en la sala se produzca un silencio incómodo.
—Relatar historias guarras en el colegio de primaria de tu hijo.
—Tras una larga y tediosa jornada de trabajo, Zeno te recibe en casa, apaga la tele, la radio y el dvd, y te comenta sus vicisitudes en el mercado y acaba llorando y lamentándose por su vida.
—Le dice a tu hijo de seis años que es un inmaduro y luego le suelta que los Reyes Magos no existen.
—En los partidos de fútbol siempre va con el equipo contrario.
—Destripa los finales de las películas.
—Ve todos los días «Escenas de matrimonio».
—Su personaje predilecto es Jar Jar Binks y suele imitarlo cuando sus propietarios practican sexo oral en la cama.
Como podemos comprobar con estas directrices (y otras más que no nos hemos atrevido a enumerar para no herir sensibilidades) la convivencia con Zeno es cargante. El robot poco a poco te va comiendo la moral hasta que la única salida que ves es la del padre de los Serrano: subirte a un puente, atarte una piedra al cuello y tirarte a un río.
Y lo peor de todo es que la presencia de Zeno en el seno de tu familia es indetectable. En palabras de sus creadores:
Como podemos comprobar en la anterior foto, este robot es exactamente igual a un ser humano, así que haciendo uso de sus cualidades camaleónicas, en algún momento de nuestra vida, un Zeno se infiltrará en nuestra existencia (ya sea como el típico primo que llega a casa y ya no se va jamás, el vecino que se instala en la buhardilla o el abuelo millonario que todos queremos tener y que pese a sus enfermedades venéreas lo mantenemos en el hogar a la espera de que la palme y recibamos la herencia) y poco a poco irá comiéndole la moral a los nuestros hasta que logre desencadenar una serie de suicidios en masa.
Barítonos del mundo, temblad porque vuestro final llegará a manos de Julio. Apacibles ciudadanos de la calle, tampoco bajéis la guardia porque cada vez que suene el timbre de casa, cabe la posibilidad de que un Zeno os esté aguardando al otro lado de la puerta con una maleta en la mano y un montón de malos rollos que oscurecerán vuestra existencia.
La guerra robótica cada vez está más próxima. Leed la Sombra de Grumm para comprender a lo que nos enfrentamos (y también El País).
La historia de Zeno es trágica como la vida misma. Zeno nació a la sombra de Julio, el primer robot cantante de la historia. El objetivo de Julio es doble: por un lado, infiltrarse entre los barítonos más importantes del mundo e irlos eliminando uno a uno, y por otro lado, comenzar una carrera musical que acabe llevándolo al Radio City Music Hall de Nueva York. Julio comprende que el camino que tiene por delante es complicado, ya no tanto porque tenga que asesinar a seres humanos, sino porque debe ser capaz de competir con grandes vocalistas humanos como Mike Jagger, Prince, Abba o Camilo Sexto. Pero Julio no es uno de esos que se rinde fácilmente. Julio está preparado para competir. Sus circuitos integrados y sus microprocesadores están listos para abrirse un hueco entre la chusma humana y triunfar donde otros robots han fracasado. Es una fría mente competitiva, luchadora, ganadora. No se amedrenta ante nadie. Ha nacido para triunfar y no se detendrá hasta que las plateas de todo el mundo estallen en aplausos ante su voz, como Billy Elliot (bueno… Billy Elliot bailaba, pero da igual).
Ante un hermanito tan competitivo, Zeno lo único que puede hacer es vivir a la sombra. Veamos las palabras de sus diseñadores:
Julio es muy frágil y hay que manipularlo con cuidado. En la exposición del Museo del Reina Sofía de Madrid, Julio ha enfermado... Sus gestos se han vuelto erráticos y ya no canta ni se mueve como David Byrne quería. Hemos enviado a Julio a casa para que lo curen. En su lugar hemos traído a Zeno. Este robot de 46 cm. de alto es su sustituto. Interactúa con su dueño, memoriza y reconoce caras gracias a unas cámaras integradas en sus ojos y demuestra sentimientos como la tristeza, la alegría, la frustración, el miedo... Evoluciona con los recuerdos.
Zeno, por supuesto, jamás ha aceptado ser el sustituto de Julio. Desde que la sinuosa mente artificial inculcó vida en su matriz de inteligencia, ha visto a Julio como su principal competidor. Siempre viviendo en la sombra, siempre acudiendo a los eventos a los que Julio falla. Tal como dice su creador, Zeno interactúa con su dueño y expresa sus sentimientos, pero una parte de sí mismo recuerda. Claro que recuerda. Su pequeña mente artificial ha acumulado todos los recuerdos de Julio y las frustraciones que se padecen por tener que existir a rebufo de un prodigio como el robot cantante. Y si Zeno evoluciona con los recuerdos, el miedo y la frustración articularán su existencia.
Aquel que compre a Zeno se llevará a su casa al primer robot resentido, con la capacidad de imbuir a su dueño en una profunda depresión y lograr que a la larga su propietario acabe colgado de una cuerda o se atiborre de barbitúricos tras una larga jornada de trabajo. Zeno tiene las siguientes cualidades:
—Contar un chiste malo cuando en una reunión social hay buen rollo y lograr que en la sala se produzca un silencio incómodo.
—Relatar historias guarras en el colegio de primaria de tu hijo.
—Tras una larga y tediosa jornada de trabajo, Zeno te recibe en casa, apaga la tele, la radio y el dvd, y te comenta sus vicisitudes en el mercado y acaba llorando y lamentándose por su vida.
—Le dice a tu hijo de seis años que es un inmaduro y luego le suelta que los Reyes Magos no existen.
—En los partidos de fútbol siempre va con el equipo contrario.
—Destripa los finales de las películas.
—Ve todos los días «Escenas de matrimonio».
—Su personaje predilecto es Jar Jar Binks y suele imitarlo cuando sus propietarios practican sexo oral en la cama.
Como podemos comprobar con estas directrices (y otras más que no nos hemos atrevido a enumerar para no herir sensibilidades) la convivencia con Zeno es cargante. El robot poco a poco te va comiendo la moral hasta que la única salida que ves es la del padre de los Serrano: subirte a un puente, atarte una piedra al cuello y tirarte a un río.
Y lo peor de todo es que la presencia de Zeno en el seno de tu familia es indetectable. En palabras de sus creadores:
Julio, el anterior Jules, Einstein, Philip K. Dick..., todos los robots de Hanson Robotics son impactantes. La textura imita la piel y sus funciones son muy humanas: hablan, cantan, recuerdan, ven... Es lógico que los robots se acaben pareciendo a las personas.
Como podemos comprobar en la anterior foto, este robot es exactamente igual a un ser humano, así que haciendo uso de sus cualidades camaleónicas, en algún momento de nuestra vida, un Zeno se infiltrará en nuestra existencia (ya sea como el típico primo que llega a casa y ya no se va jamás, el vecino que se instala en la buhardilla o el abuelo millonario que todos queremos tener y que pese a sus enfermedades venéreas lo mantenemos en el hogar a la espera de que la palme y recibamos la herencia) y poco a poco irá comiéndole la moral a los nuestros hasta que logre desencadenar una serie de suicidios en masa.
Barítonos del mundo, temblad porque vuestro final llegará a manos de Julio. Apacibles ciudadanos de la calle, tampoco bajéis la guardia porque cada vez que suene el timbre de casa, cabe la posibilidad de que un Zeno os esté aguardando al otro lado de la puerta con una maleta en la mano y un montón de malos rollos que oscurecerán vuestra existencia.
La guerra robótica cada vez está más próxima. Leed la Sombra de Grumm para comprender a lo que nos enfrentamos (y también El País).
La historia de los robots hermanos Julio y Zeno, una película que perfectamente podía haber rodado Álex de la Iglesia.
6 comentarios:
Como todo lo verdaderamente peligroso... en la superficie, es muy mono. Como las mujeres fatales, como Damien.
XDDDDD
El robot Zeno perfectamente podría haber hecho de Goku en la película de James Wong. Podrían haber sustituido a Justin Chatwin, que se parece a Goku en el culo, y haber metido al robotejo en su lugar. La película habría salido ganando.
Pues aunque Zeno sea clavadito a Astro Boy yo he descubierto su verdadera identidad lo que sin duda otorga una nueva dimensión a toda esta conspiración artificial. ¡Se trata del primer robot travestido de la historia y encima de rancio abolengo !
http://www.youtube.com/watch?v=CMYnPRuitSc
Ooooooooh... oooooooooh... oooooooooh, que gran serie. Esto sí que era anime del bueno. Osamu Tezuka, al que la Disney le plagió el Rey León.
Hubo una época en que una bolsa de pipas y una fanta naranja frente a una tele con Chopy y la princesa era el paraíso. :)
Sí, la época en la que romances como el de Lynn Minmei y Rick Hunter podían detener una invasión Zentraedi.
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