jueves, julio 31

¡Feliz 65 cumpleaños, principito!



Se encontraba en la región de los asteroides 325, 326, 327, 328, 329 y 330. Empezó entonces por visitarlos para buscar en ellos una ocupación y para instruirse.

El primero estaba habitado por un rey. El rey estaba instalado, vestido de púrpura y armiño, sobre un trono muy simple y sin embargo majestuoso.

—¡Ah! He aquí un súbdito —exclamó el rey cuando divisó al principito.

Y el principito se preguntó: «¡Cómo puede reconocerme si nunca me ha visto antes!»

No sabía que, para los reyes, el mundo está muy simplificado. Todos los hombres son súbditos.

—Acércate para que te vea mejor —le dijo el rey, que estaba muy orgulloso de ser rey para alguien.

El principito buscó con los ojos dónde sentarse, pero el planeta estaba todo cubierto por el magnífico manto de armiño. Permaneció entonces de pie, y como estaba cansado bostezó.

—Es contrario a la etiqueta bostezar en presencia de un rey —le dijo el monarca. Te lo prohíbo.

—No puedo evitarlo —respondió el principito muy confundido—. Hice un largo viaje y no he dormido...

—Entonces —le dijo el rey— te ordeno bostezar. No he visto a nadie bostezar desde hace años. Los bostezos son para mí una rareza. ¡Vamos! bosteza de nuevo. Es una orden.

— Me siento intimidado... ya no puedo... —dijo el principito todo colorado.

—¡Hum! ¡Hum! —respondió el rey—. Entonces te... te ordeno bostezar unas veces y otras veces...

Balbuceaba un poco y parecía incómodo.

Porque el rey cuidaba especialmente que su autoridad fuera respetada. No toleraba la desobediencia. Era un monarca absoluto. Pero, como era muy bueno, impartía órdenes razonables.

«Si yo ordenara –decía habitualmente— si yo ordenara a un general convertirse en ave marina, y si el general no obedeciera, no sería la culpa del general. Sería mi culpa.»

— ¿Me puedo sentar? — inquirió tímidamente el principito.

—Te ordeno que te sientes —le respondió el rey, que recogió majestuosamente un faldón de su manto de armiño.

Pero el principito estaba extrañado. El planeta era minúsculo. ¿Sobre qué podía reinar el rey?

—Majestad –le dijo– le pido disculpas por interrogarlo...

—Te ordeno interrogarme –se apresuró a decir el rey.

— Majestad... ¿sobre qué reina usted?

—Sobre todo –respondió el rey, con una gran simplicidad.

—¿Sobre todo ?

El rey con un gesto discreto señaló su planeta, los otros planetas y las estrellas.

—¿Sobre todo eso ? –dijo el principito.

—Sobre todo eso... —respondió el rey.

Porque no sólo era un monarca absoluto sino que era un monarca universal.

—¿Y las estrellas le obedecen ?

—Por supuesto –le dijo el rey–. Obedecen enseguida. No tolero la indisciplina.

Semejante poder maravilló al principito. ¡Si él mismo lo hubiera tenido, habría podido asistir, no a cuarenta y cuatro, sino a setenta y dos, o incluso a cien, o incluso a doscientas puestas de sol en el mismo día, sin tener que correr nunca su silla! Y como se sentía un poco triste por el recuerdo de su pequeño planeta abandonado, se atrevió a solicitar una gracia al rey:

—Quisiera ver una puesta de sol... Tenga la bondad... Ordénele al sol ocultarse...

—Si ordenara a un general volar de una flor a otra como una mariposa, o escribir una tragedia, o convertirse en ave marina, y si el general no ejecutara la orden recibida, quién estaría en falta, él o yo?

—Sería usted —dijo con firmeza el principito.

—Exacto. Debe exigirse de cada uno lo que cada uno puede dar —prosiguió el rey—. La autoridad se fundamenta en primer lugar en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al mar, hará la revolución. Yo tengo el derecho de exigir obediencia porque mis órdenes son razonables.

—¿Y mi puesta de sol? —recordó el principito, que nunca olvidaba una pregunta una vez que la había formulado.

—Tu puesta de sol, la tendrás. Yo la exigiré. Pero esperaré, con mi ciencia de gobernante, que las condiciones sean favorables.

—¿Cuándo será eso ? — se informó el principito.

—¡Ejem… ejem! –le respondió el rey, que consultó primero un gran calendario—, ¡Ejem… ejem! Será a eso de... a eso de... ¡Será esta tarde a eso de las siete horas cuarenta ! Y ya verás cómo soy obedecido.

El principito bostezó. Echaba de menos su puesta de sol fallida. Y además ya se aburría un poco:

— No tengo más nada que hacer acá —le dijo al rey—. ¡Voy a seguir viaje !

—No te vayas —respondió el rey, que estaba tan orgulloso de tener un súbdito—. ¡No te vayas, te hago ministro!

—¿Ministro de qué ?

—De... ¡de justicia !

—¡Pero no hay nadie para juzgar !

—No se sabe —le dijo el rey—. No di todavía la vuelta a mi reino. Soy muy viejo, no tengo lugar para una carroza y me cansa caminar.

—¡Oh! Pero yo ya vi —dijo el principito, que se inclinó para dar otro vistazo del otro lado del planeta—. No hay nadie allá tampoco...

—Te juzgarás entonces a ti mismo —le respondió el rey—. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar al prójimo. Si logras juzgarte correctamente, es que eres un verdadero sabio.

—Yo —dijo el principito— me puedo juzgar a mí mismo en cualquier lado. No necesito vivir aquí.

—¡Ejem… ejem! –dijo el rey– creo que en algún lugar de mi planeta hay una vieja rata. La escucho por la noche. Podrás juzgar a esa vieja rata. La condenarás a muerte de vez en cuando. Así su vida dependerá de tu justicia. Pero la indultarás en cada ocasión para economizarla. No hay más que una.

—A mí –respondió el principito– no me gusta condenar a muerte, y creo que efectivamente me voy.

—No —dijo el rey.

Pero el principito, habiendo terminado sus preparativos, no quiso afligir al viejo monarca:

—Si Vuestra Majestad quisiera ser obedecida puntualmente, me podría dar una orden razonable. Podría ordenarme, por ejemplo, partir antes de un minuto. Me parece que las condiciones son favorables...

Como el rey no respondía nada, el principito titubeó primero y luego, con un suspiro, emprendió la partida.

—Te hago mi embajador —se apresuró a gritar el rey.

Tenía un gran aspecto de autoridad.

Los adultos son muy extraños, se dijo a sí mismo el principito durante su viaje.

El pequeño príncipe no fue publicado en Francia hasta 1946, una vez acabada la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, se han vendido más de 80 millones de ejemplares, siendo el libro en francés más leído de la historia, con más de 400 ediciones, y el más traducido, hasta 160 versiones en otras lenguas.


By David Mateo with 8 comments

miércoles, julio 30

Prevenciones básicas de un escritor para coeditar y autoeditar.

Vamos a meternos en un tema espinoso, sin hacer proselitismo barato, pero intentando hacer una radiografía real de la situación para que nadie se lleve a engaño. Antes de nada, vaya por delante mi postura: no creo que las empresas que se dedican a la coedición o a la autoedición tengan que estar sometidas al tercer grado. Ni mucho menos. En España existe un amplio sector que ofrece este servicio y que el posible cliente, viendo el producto que se oferta en la web, decide libremente destinar una parte de su presupuesto a publicar su libro desembolsando una cantidad de dinero. Personalmente, yo nunca lo haría. Es decir, mi experiencia en este mercado tan competitivo me dice que si lo que realmente quieres es ganar dinero publicando, lo mejor es que desistas y te dediques a sembrar azafrán, porque esa actividad sí que es lucrativa. La de escribir no. La verdadera notoriedad dentro del mundo de la literatura comienza en el momento en que la editorial apoya con titos de los buenos una campaña publicitaria que avale la salida del libro. Y no estamos hablando de tiradas pequeñas o medianas, sino de grandes tiradas y grandes desembolsos económicos que otorguen al título visibilidad mediática. Todo lo que no pase por ahí, conlleva que el libro adquiera un rol moderado y su autor se ahogue entre la masa de escritores que siembra el panorama literario nacional. Todavía recuerdo las palabras que me dijo Jorge Ruíz Morales, mi primer editor y cabeza visible de la línea Transversal (Equipo Sirius): «Nadie se lucra escribiendo libros, no creas que vas a vivir de esto.» Y fue un comentario muy acertado. Que nadie construya castillos en el aire y, lo más importante, que nadie os los haga ver, porque publicar con el apoyo de una editorial modesta no significa que vuestro libro vaya a triunfar como la Coca-cola, sino que simplemente podréis ver convertida en realidad una ambición que muchos de nosotros hemos barruntado toda la vida.

Por otro lado, si vas a ser tú el que sufrague parte o la totalidad del libro, o eres socio de Villalonga o de las Koplovich —y esa posibilidad te permita aflojar tus buenos miles de euros que posicionen el libro en el mercado— o mejor tómate esa auto/coedición como algo muy de andar por casa, que te permita quitarte el gusanillo de publicar un libro, poder venderlo a los amigos, familiares y vecinos, y poco más.

Vuelvo a recalcar que cuando la editorial oferta este tipo de producto de manera lícita y clara, puede estar realizando una buena labor de servicio social y siempre quedará en las manos del cliente aceptar o no aceptar el presupuesto. Otra cosa son empresas fraudulentas que esconden las verdaderas intenciones del editor o, simplemente, engañan al autor con prácticas amorales. Pero no vamos a entrar en este tema de nuevo, porque en este blog ya se ha denunciado algún que otro caso.

El cliente que se decante por uno de estos servicios, lo primero que debe hacer es informarse y pedir varios presupuestos, incluso no estaría de más que acudiera a una imprenta y viera el precio que se baraja entre los profesionales de la industria para crear el tipo de producto que el autor tiene en mente. Si procedemos de esta manera, obtendremos una idea de los precios que se manejan en el mercado y eso nos ayudará a encontrar la empresa que nos ofrezca un servicio que se ajuste lo más posible a nuestros intereses. A estas alturas, nadie va a comprar tomates a la tienda en donde los venden más caros, sino que acudimos al establecimiento donde mejor pinta tienen y a mejor precio los vamos a obtener. Si con otro tipo de producto actuamos de esa manera… ¿por qué no hacerlo con nuestro futuro libro? Pedir presupuestos no cuesta nada, y la ley de la oferta y de la demanda regulariza el precio de las cosas, por lo tanto, nunca os quedéis con la primera opción.

Antes de seguir adelante tengamos muy claro dos conceptos: la coedición significa que la tirada del libro estará sufragada por la editorial y por una persona física (ya sea el propio autor, una empresa, una facultad, una entidad bancaria o un estamento público), la autoedición conlleva que el autor corra con todos los gastos. Es más fácil obtener financiación pública cuando perteneces a una pequeña localidad —en donde los ayuntamientos suelen «mimar» este tipo de iniciativas—, que cuando vives en una gran ciudad, donde chocas con la burocracia administrativa, existen otros doscientos cincuenta autores en la misma situación que tú y la concejalía de cultura va a pasar de ti olímpicamente (a no ser que seas alguien verdaderamente notorio, pero en ese caso seguro que no estarías perdiendo el tiempo leyendo estas líneas).

La co/autoedición ofrece aditivos presupuestarios a tener en cuenta, pero vayamos con pies de plomo a la hora de contemplarlos.

—Si vas a coeditar, significa que la editorial apuesta por tu libro y va a desembolsar una cantidad de dinero. Por supuesto, el presupuesto debe ser inferior al de una autoedición, y en el contrato debería venir explícitas la parte que corre a cargo de la editorial y la parte que asume el autor. Que no os den gato por liebre, es decir, tened siempre presente los precios que se barajan en el mercado y que la coedición sea verdaderamente una coedición y no una autoedición encubierta. Para eso lo más fácil es acudir a una imprenta con las características del libro en la mente, obtener un presupuesto y sumarle un cánon porcentual lógico que añadirá la editorial que hace de intermediaria entre el autor y la imprenta. A ese precio habría que sumar los costes de maquetación y el precio de la portada, siempre y cuando corran a cuenta de la editorial.

—Una forma sencilla para saber si la coedición es lícita es indagar sobre la identidad del propio libro. Es decir, si la editorial pone pasta de su bolsillo es porque verdaderamente le interesa la novela y por lo tanto debe de haberla leído de manera concienzuda. Normalmente, cuando se va a coeditar, la editorial adjunta un análisis de lectura de la obra. Jamás os conforméis con un informe superficial. Que el editor os hable de vuestra obra en profundidad, que demuestre que la ha leído y se toma la coedición en serio. Huid de comparaciones imposibles, es decir, si sois los nuevos Tolkien, King o Pratcher, ya estarías publicando sin tener que pagar. Que los informes de lectura sean serios y, sobre todo, profundos. Que el editor demuestre un verdadero conocimiento de vuestra obra; todo lo que no pase por ahí cogedlo con pinzas.

—En todo momento debéis tener presente que vais a poner dinero sobre la mesa, que vais a sufragar la obra, así que el que paga manda. Que el libro adquiera la presencia que vosotros tenéis en mente, sobre todo si es una autoedición, y no la que el editor quiera.

—Las empresas de auto/coedición pueden ofrecer una serie de servicios que aumentará el coste del libro. Uno de los más interesantes es el de la corrección. Pero ojo, la corrección de estilo y gramatical se paga… y se paga muy bien. Hasta el punto que las editoriales al uso más modestas no pueden afrontarlas. Si vas a pagar por un servicio de corrección, muy al loro con las galeradas, muy al loro de quién hace la corrección y, sobre todo, muy al loro del producto final. Más vale salir al mercado con vuestras erratas, que dar con un listillo que os cambie cuatro palabras válidas por cuatro sinónimos equivalentes porque a su modo de ver «suena mejor la frase». Los verdaderos correctores son perros de presa que están al loro del más mínimo error y profundizan en la sintaxis de la obra, y ese servicio es muy caro.

—Si la empresa que os coedita pone a vuestro alcance un servicio de distribución, cobrará por esa faena. A estas alturas ya sabemos cómo se las gastan las distribuidoras, creo que hemos hablado y debatido mucho sobre el tema. Si las editoriales convencionales naufragan en la distribución de sus propios libros… ¿qué os hace pensar que las empresas de auto/coedición no vayan a sufrir el mismo destino? Obviamente, nadie tiene la varita mágica para solucionar el tema de la distribución, así que muy al loro a la hora de invertir el dinero en esa labor. Si pagáis por distribuir, que en el contrato aparezca una cláusula muy clarita que así lo especifique y que exista una garantía real por parte del editor de que el libro vaya a estar en la estantería de la tienda y no se limite a un simple catálogo comercial. No despilfarréis el dinero porque sí, en este tema hay que andar con pies de plomo. Obtened títulos publicados por la editorial de coedición, tomaros vuestro tiempo en ir a grandes almacenes y librerías para buscar esos títulos, hablad con los libreros, con los dependientes de las grandes cadenas comerciales, realizad rastreos a través de la web, acudid a foros literarios, revisad catálogos, en definitiva, no os quedéis con la palabra del editor y bucead en la realidad del mercado.

—Las editoriales suelen ofertar presentaciones y convocatorias de los medios de comunicación. Una vez más, andad con cuidado. Montar una presentación es tan fácil como ir a una librería importante y hablar con el responsable. Es un servicio nimio y difuso. Y desde luego, no traguéis con lo de la convocatoria de medios. Si vivís en un pequeño municipio, no tendréis demasiados problemas para convocar a la prensa, si vivís en una gran ciudad, la cosa cambia radicalmente. En las metrópolis como Madrid, Barcelona o Valencia existen empresas intermediarias entre la editorial y los medios de comunicación que se dedican a hacer esa labor. Es más, las propias editoriales convencionales no tienen ese poder de convocatoria y no tienen más remedio que acudir a estos intermediarios que conocen perfectamente la idiosincrasia de una clase social tan peculiar y extraña como la prensa. En la actualidad, las presentaciones de libros a los medios de comunicación suelen realizarse a nivel privado en hoteles y salas de convenciones, nunca de cara al público, de esa manera se establece una confidencialidad entre el autor y el periodista que difícilmente va a existir en una presentación multitudinaria. En resumen, no es lo mismo convocar a los medios, que los medios acudan a la presentación. Si pagáis por este servicio, introducid otra cláusula en el contrato en la que la editorial garantice la asistencia de medios, no la convocatoria. Como decía mi abuelo, ojito con los políticos, los abogados y los periodistas, pertenecen a las razas más extrañas de la Tierra.

Si tenemos todos estos aspectos en cuenta, probablemente amorticemos parte del dinero invertido, aunque mi consejo (y el de muchos editores amigos que se dedican a la autoedición y a la coedición) es que nunca invirtáis grandes sumas porque difícilmente esos libros van a romper la barrera mediática de la notoriedad. La autoedición suele estar reservada a complacer una necesidad personal de ver nuestra obra hecha realidad, y la coedición se reserva a gente notoria que ha escrito sus ensayos y sus tesis doctorales y, por una razón u otra, necesitan la financiación de una universidad o de una administración pública, pero que tienen garantizado un buen lecho de lectores.

Que no os vendan duros por cuatro pesetas, el mercado literario es complicadísimo y supercompetitivo en el que las propias editoriales naufragan una y otra vez. El escritor profesional se mantiene incólume porque aporta trabajo y no capital. Si vais a autoeditar, tened muy en cuenta que vosotros correréis ese riesgo y podéis sufrir un destino semejante al que corren otras editoriales con mayor experiencia y más amplia trayectoria. A la larga, el que paga por editar y cree que de esa manera se labrará una carrera literaria, acaba atragantándose. Tened la mente muy fría a la hora de invertir dinero y jamás perdáis la cabeza en pos de una quimera inalcanzable. Dicho todo esto, en vuestras manos está la posibilidad de autoeditar y coeditar, en la industria existen muy buenos profesionales que os aconsejarán y os ayudarán a elegir el formato más adecuado para vuestra obra. La última decisión siempre quedará en vuestras manos.

By David Mateo with 19 comments

martes, julio 29

El follódromo no será, pero...

Un día, en un futuro lejano, alguien echará la vista atrás y dirá: ¡¡qué grandes oportunidades dejaron pasar los hombres del siglo XXI!!

La propuesta del regidor de la CORI (Coordinadora Reusenca Independiente) para instalar un gran follódromo municipal en el Palau de Fires -edificio que tiene que ser demolido-, no fue aceptada por el resto de grupos políticos presentes en el Ayuntamiento de Reus y, por lo tanto, la iniciativa no tirará adelante.

Ariel Santamaría presentó una moción en el pleno celebrado este pasado jueves en el Ayuntamiento de Reus proponiendo que el enorme edificio que hasta ahora acogía el Palau de Fires pase a ser un gran follódromo municipal, "un espacio de relación", dijo el regidor. Según Santamaria, este enorme follódromo daría a Reus "una proyección mundial, sería un atractivo turístico de primer orden, fomentaría las relaciones entre ciudadanos y ciudadanas y, además, evitaría la desaparición del actual edificio, que tendría una nueva utilidad". El actual edificio, una vez derruido, dará paso a la construcción de un gran centro comercial por parte de la empresa Metrovacesa.


Se tiene la opción de construir el primer Follódromo de la historia, que aliviaría las playas mediterráneas por la noche, que permitiría a los vagabundos no desviar la vista cuando pasaran por los parkings a según que horas, que vaciaría los servicios de los Viveros y demás parques públicos de nuestras ciudades… ¡¡y rechazan el proyecto!! Inaudito.


Ariel Santamaría, principal impulsor del Follódromo de Reus.


Pero no nos desanimemos tan pronto, porque en una entrevista que ha realizado Ariel Santamaría para 20 Minutos, dice:

Estas propuestas son para que la gente vea la manera de pensar de los partidos políticos, ahora ha sido el follódromo pero luego vendrá el puticlub municipal o hacer un barrio rojo como el de Amsterdam, en la carretera de Salou.

Así que no nos desmoralicemos. Quizás no sea Reus, pero puede que sea en Getafe, o en Albuixech, o en Peñalba, o en Jaca… pero el Follódromo tarde o temprano se hará realidad.

Maqueta del que podría haber sido el primer Follódromo de España.


By David Mateo with 8 comments

lunes, julio 28

Saben aquel que diu que es divertidísimo pasar una madrugada en urgencias


Saben aquel que diu que es una ciudad en donde se inaugura el circuito urbano de Fórmula 1 más impresionante y caro del mundo y el nuevo hospital de la Fe se paraliza por falta de fondos y las salas de urgencias están abarrotadas de enfermos y el personal no da abasto.

Saben aquel que diu que va uno a urgencias a las diez y media de la noche y sale del pabellón a las cuatro de la tarde del día siguiente.

Saben aquel que diu que está el enfermo de antes en una camilla, incómodo y dolorido, cuando se le acerca una enfermera al mediodía y le dice: ¡¡Anda, usted qué hace aquí, si ya tendría que estar en la habitación desde las once de la mañana!!

Saben aquel que diu que la familia del enfermo grave ha recibido noticias alarmantes del paciente a eso de las dos y media de la madrugada y hasta las diez y media de la mañana nadie es capaz de calmarlos ni de informarles sobre el estado del familiar ingresado en el BOX.

Saben aquel que diu que a eso de las cuatro de la madrugada un familiar busca a un celador para preguntar cómo está el paciente, y el celador le responde a mala hostia: «No sé, no es mi función. Pregunte en el punto de información ese de ahí.» «¿Y cuándo habrá alguien? Porque parece cerrado» «Abre a las ocho de la mañana.»

Saben aquel que diu que entra uno a la sala de cuidados intensivos y ve a la médica de prácticas de turno zarandeando de mala manera a un enfermo de cáncer para incorporarlo de la camilla y tiene que regañarla: «Oiga, ponga un poco más de cuidado que es mi padre y está muy molesto por el dolor.»

Saben aquel que diu que los enfermeros tumban al paciente en una camilla, se desentienden de él por el trabajo y cuando la hija entra en el BOX se lo encuentra meado porque nadie se ha tomado la molestia de llevarle al baño o ponerle un pañal, y al día siguiente tiene el culete y las ingles escaldadas.

Saben aquel que diu que el Hospital del Peset de Valencia contrata a una empresa de matones discotequeros que se dedican a amedrentar a las familiares cuando, después de seis horas de padecimiento, todavía no tienen noticias del enfermo y tratan de acceder al pasillo que lleva a las salas de consulta, y se cagan en las bragas cuando llegan cuatro policías y les enseñan las placas para acceder al pasillo de acceso limitado.

Saben aquel que diu que un viernes por la noche hay un familiar en la consulta del médico de urgencias, hablando sobre el estado de un paciente, y entra otra doctora y dice: Oye… ¡que no sé cómo se cura un coma etílico!

Saben aquel que diu que hay un familiar en la consulta del médico de urgencias, explicándole los fármacos que se toma un enfermo de cáncer antes de tratarlo y le responde la médica de prácticas: «Yo es que todas estas medicinas no las conozco. A mí me han dicho: tú ponte aquí y atiende, pero yo no sé nada.»

Saben aquel que diu que está un familiar en la sala de espera y le suena el móvil, y cuando lo coge es su cuñado ingresado que le dice: «Oye, que soy yo, que me han dejado olvidado en una sala muy oscura y llevo cuatro horas esperando y no viene nadie.» Y cuando le explica la situación a una enfermera, ésta le responde: «Sí, vale, vale.» Y se desentiende.

Saben aquel que diu que ese familiar tiene que acceder al pabellón médico con el móvil y buscar al paciente por pasillos deshabitados y salas oscuras hasta dar con él siguiendo el sonido de su voz.

Saben aquel que diu que nadie se pierde en un hospital y que los médicos no se olvidan de los pacientes.

Saben aquel que diu que el médico que trata a ese paciente, después de todas las vicisitudes comentadas anteriormente, se le puso al familiar como un energúmeno porque alguien le había dado a comer jamón york al enfermo y ese alimento había inducido su empeoramiento. Obviamente, cuando el familiar le respondió que ningún especialista les había advertido ese nimio detalle, el médico estuvo a punto de tirarla de la consulta. Es una reacción muy lógica.

Saben aquel que diu que es una ciudad en donde se inaugura el circuito urbano de Fórmula 1 más impresionante y caro del mundo y el nuevo hospital de la Fe se paraliza por falta de fondos y las salas de urgencias están abarrotadas de enfermos y el personal no da abasto.


By David Mateo with 15 comments

viernes, julio 25

Valencia Casal Fallero

¡¡Pasen y vean, acomódense en sus asientos, Valencia Club de Fútbol, el circo de moda ha llegado a la ciudad!!

Con las bestias más salvajes...



y las equipaciones más molonas de la Liga de Fútbol profesional.


¡¡Recibamos todos al maestro de ceremonia como se merece!! ¡¡Con chascarrillos y jocosas ocurrencias!!


¡¡Acomódense en sus asientos porque el Valencia CF (Casal Fallero) abre sus puertas a todos los curiosos!!


By David Mateo with 7 comments

Recomendaciones literarias para el verano

Se acaba julio, agosto llama como un condenado a las puertas del calendario, y toca hacer las maletas y tomarse unos días de vacaciones. Servidor andará por aquí, sin desconectar. Me he comprado un coche y la economía se me ha desestabilizado mucho, así que como Hacienda no perdona y cada mes hay que bajarse los pantalones para que la Seguridad Social te la hinque hasta las entrañas, toca quedarse en Valencia, ir a la playita, al cine, a las terracitas nocturnas (que tan bien sientan con los calores) y escribir un poquito.

El caso es que agosto es un mes fantástico para leer, así que voy con las diez recomendaciones grummianas. Es decir, lo mejor de lo mejor del fantástico nacional en lo que va de año. Esta lista no incluye ni Perversa, ni El susurro del bosque ya que doy por sentado ustedes conocen su publicación. Así que cojan papel y boli, y apunten:

-Salamina, de Javier Negrete.

Javier Negrete, uno de los valores más firmes de la narrativa de entretenimiento contemporánea, ofrece a los lectores una magnífica novela histórica donde conjuga su magistral dominio del mundo clásico griego con la tensión narrativa. Una historia que consigue transportar al lector al épico día en el que, en el estrecho de Salamina, la flota griega, comandada por el carismático Temístocles, venció al poderoso ejército persa.

-El dios de los mutilados, de Claudio Cerdán.

Catarsis, el Dios de los Mutilados, ha muerto. Sus seguidores, tullidos y enfermos de todo tipo, se dispersan por un mundo donde a los tiranos se les llama reyes, los héroes se confunden con los delincuentes, y la verdad y la justicia son conceptos antagónicos. Un paladín manco, un ladrón promiscuo, un bárbaro suicida, una seductora hechicera y un elfo legendario son algunos de los protagonistas de esta aventura épica llena de acción, intriga y humor en la que todos guardan secretos y nada es lo que parece. Abre tu mente, olvida todo lo que crees saber y prepárate para la batalla.

-El síndrome de Ambras, de Pilar Pedraza.

El síndrome de Ambras es una inquietante narración gótica de ambientación histórica cuyo título hace referencia a esa extraña y siniestra enfermedad consistente en una aparición anómala y excesiva de pelo. Lord Alexander Ashton, un apuesto noble inglés ha sido comisionado para hacer determinadas gestiones secretas cerca del gobierno español en pleno trienio liberal (1820-1823). El viaje a caballo y en carruaje, de posada en posada, por la geografía española, acompañado por su joven mujer de origen vasco, lady Florence Losada, su ayuda de cámara y amigo Brian O’Casey, y la doncella Emily Farrell, prima de Florence, irá adoptando un sesgo terrible y parejo a la evolución del extraño mal que ha hecho presa en lord Alexander, y que tal vez tenga alguna relación con la temida licantropía.

-El tejido de la espada, de José Miguel Pallarés.

Una saga familiar, los Heredia, lucha por conquistar su destino en las mágicas tierras de Brumalia. En Brumalia, un mundo cuyos confines se desdibujan entre nieblas, se enfrentan a muerte las matrías, hermandades de brujas bajo cuyo yugo viven y padecen hombres e inmortales por igual. Un imperio lejano los vigila y controla, pero no hace sentir su presencia hasta que la magia no sufre una profunda alteración que pone la vida de todos en peligro.

En esta tierra convulsa, Germán Heredia lucha también por superar su maldición personal, el destino que ha dispuesto su madre, la vieja bruja Liduvina, y que se cierne como una maldición invisible sobre él y sus hermanos. Es en Nictálope, la espada maldita, donde se oculta la clave de todo, pero mientras tanto, pende sobre su cuello como una amenaza maligna o incluso... liberadora.

El hombre divergente, de Marc Rodríguez Soto.

Desde que tenía uso de razón, mucho antes en realidad de que supiera qué significaban, Eduardo Ledantes había tenido divergencias. Cuando se descubría asesinando al hermano que nunca había tenido, cuando despertaba a los pies de una cama de matrimonio con una cuchilla ensangrentada en la mano o encerrado en un barril maloliente y oscuro, sabía que no se trataba más que de eso: divergencias.

Con el tiempo, las divergencias desaparecieron, pero ahora, veinte años después, vuelven a asaltarle en sus horas de vigilia. Inconexas y macabras como los destellos de un flash sobre un cadáver, parecen dibujar una verdad a la que tendrá enfrentarse.

El rayo verde en el ocaso, de Sergio Mars.

El rayo verde es un peculiar fenómeno óptico que se produce cuando la luz de sol saliente o poniente se refracta en las capas inferiores de la atmósfera Nunca ha sido fotografiado un destello de pura luz esmeralda cuando sale disparado hacia el cielo desde el lugar preciso en que se ha hundido el sol. Algún día la ciencia será capaz de explicarnos con todo lujo de detalles cómo se produce este milagro, y su explicación no le restará un ápice de majestuosidad ni de misterio, porque las respuestas de la Ciencia tan sólo abren nuevos y fascinantes interrogantes.

Mientras tanto, podemos especular a ésa y otras explicaciones; explorar el abanico de posibilidades —y peligros— que se despliega a nuestros pies: ingeniería genética, nanotecnología, universos cuánticos, exobiología... Podemos anticipar con impaciencia las maravillas que nos aguardan y sobrecogernos por futuros que tal vez no lleguen a materializarse.

Sombras de honor, de Eduardo Gallego y Guillem Sánchez.

El cosmos es un lugar ordenado y fiable, y debería seguir siéndolo hasta el fin de los tiempos. Las legiones del Imperio imponen la paz tanto en casa como en Ultramar, se mantienen buenas relaciones con los países aliados, y en el lejano Norte los bárbaros pagan sus tributos y se dedican a sus asuntos. La Humanidad vive en el mejor de los mundos posibles, regido por las inmutables leyes de la Filosofía Natural.

Sin embargo, cada vez hay más indicios de que algo nefasto acecha: el advenimiento del Mal, precedido por el retorno de la Gran Magia, que arrasará la civilización.

El teatro secreto, de Victor Conde.

Los Umbrales, puertas que conectan el mundo real con Aradise, el país de las hadas, se han abierto. Un horrible monstruo ha cruzado a este lado aprovechando la ocasión, y los guardianes de la realidad se ponen en marcha para detenerlo. Luna, una joven bohemia que vive en Londres y hace espectáculos de performance callejero, se verá atrapada en una aventura que sobrepasa todo lo que ha visto hasta entonces, y que la conducirá a descubrir el mundo que se esconde más allá de los Umbrales…

-Dos velas para el diablo, Laura Gallego

Una batalla mucho más antigua que el ser humano parece tener, al fin, un claro vencedor. Pero en los albores del siglo XXI, Cat, la hija de un ángel, está dispuesta a desafiar a los mismos demonios con tal de vengar el asesinato de su padre.


-El imperio contra Dios, de Andrés Díaz.

La epopeya de una guerra que enfrenta a las dos grandes potencias del Sistema de Uram: El Imperio Dauar y el Enjambre Uracsano, dos poderosas culturas con una forma muy distinta de entender el universo. Frialdad lógica contra fanatismo religioso en una lucha despiadada. A través de estas páginas conoceremos la crónica de sus héroes y antihéroes, asistiremos a sus intrigas y estrategias políticas y económicas y a sus batallas de miles de naves, en los cielos y la superficie de cada mundo, o en el vacío espacial. Y todo ello en un sistema planetario fecundo en criaturas exóticas, atrasadas o inteligentes, bárbaras o civilizadas, entre las cuales no hay un solo ser humano.

Que ustedes los disfruten con un buen refresco en la mano. Por cierto, los enlaces son a la tienda del Cyber. Es lo mínimo ya que le he mangado a él los argumentos.










¡¡¡Os recordamos que hoy toca actualización de Tajundra!!!

By David Mateo with 9 comments

jueves, julio 24

Eximeno Returns: Bebés jugando con cuchillos.

Otro libro que asoma en el horizonte y tiene una pinta estupenda: Bebés jugando con cuchillos, o lo que es lo mismo, el regreso de Santiago Eximeno, sin duda uno de los autores de género fantástico más polifacéticos y más notables del panorama literario actual. Esta nueva antología viene a sumarse a Imágenes (Vórtice) que ya contaba con una buena muestra del trabajo desarrollado por este autor madrileño.

Grupo AJEC, como no podía ser de otro modo, avala la publicación de este libro, y es que Raúl Gonzalvez sigue publicando a autores españoles sin complejos, brindándonos antología tras antología y libros de una calidad literaria muy interesante (El enviado, El rayo verde en el ocaso, El hombre divergente…).

De momento aquí va un adelanto de la novela:

Bebés jugando con cuchillos. Vienen por la noche, amparados en la oscuridad, aprovechando que los adultos duermen. Entran en nuestros cuartos y se deslizan hasta los armarios. Allí descansan, la espalda apoyada contra la puerta, acariciando la hoja del arma con sus dedos sonrosados. Y sonríen. Nunca he podido comprobarlo, pues cuando enciendo la luz ellos ya se han marchado, temerosos de enfrentarse cara a cara con su víctima, pero lo sé.
Usted también lo sabe, claro.
Para olvidarme de ellos, escribo sobre el dolor, sobre la soledad, sobre la muerte. Escribo sobre el miedo. Lo hago por los niños, por los niños que juegan con cuchillos. Esos niños me aterran. Pero la evidencia me dice que esos niños tendrán padres, padres despreocupados, padres felices, padres amables que leen lo que escribo. Padres que, tras leer este libro, sentirán lo mismo que yo.

Santiago Eximeno, galardonado por sus relatos con dos Premios Ignotus, un Premio Xatafi-Cyberdark, un premio Vórtice y un premio Pasadizo, nos sumerge con sus relatos en nuestros propios miedos, ofreciéndonos un breve atisbo de la oscuridad que todos albergamos en nuestro interior.

By David Mateo with 6 comments

American Chopper

Conforme se aproxima el final de la novela que me llevo entre manos, el calor aprieta y las vacaciones están a la vuelta de la esquina, mi mente comienza a dispersarse un poquito más, se aleja del ordenador y se apodera del mando a distancia para ver qué hacen en esos canales extraños de ONO. Últimamente están de moda los reality show de «reformaciones». Que si te reformo el coche y te doy una sorpresa, que si te reformo el piso, que si te reformo a la mujer —y de paso le meto dos quiquis—, que si te reformo la vida, que si te reformo el aspecto físico…

Uno de los programas más populares en España es Overhaulin. Creo que en más de una ocasión me he declarado seguidor incondicional de Chip Foose, el tío que diseña los coches. Lo cierto es que de mecánica entiendo lo mismo que de gallinas ponedoras, pero me encanta ver al notas coger la paleta de diseño y ponerse a currar sin que se le desencaje el rostro. Pues bien, últimamente paso mucho del Overhaulin porque ya he encontrado mi programa de «reformaciones» favorito: American Chopper.

Por el horario no puedo seguirlo tanto como quisiera, pero en esencia la serie va de un taller neoyorquino (OCC - Orange County Choppers) que se encarga de construir motocicletas desde el mismísimo chasis. Personalmente, la parte de las motos me la repampinfla bastante (tanto como los coches en Overhaulin), lo que me mola es el trasiego del taller. Y es que OCC es uno de esos sitios en donde van a bronca diaria, existe un ambiente barriobajero y curran a piñón. Desde ya me declaro fan de Paul Teutul Sr., un hipporro hipermusculado, con unos bigotazos que le llegan a la barbilla y que tiene un genio de los mil demonios. Suele emprenderla con puertas y con cualquier mueble que se ponga en su camino. El tipo discute con todos, se pone de los nervios cuando su hijo Paul Teutul Jr. se dedica a diseñar las motos y tarda más de la cuenta, suelta palabrotas y pasa bastante de las cámaras. No sobreactúa, o al menos no lo parece, pero es que atiende a unos fundamentos tan básicos que conectas rápidamente con su papel de carroza pasado de vueltas. Y lo mejor es que el mamón se tira la mayor parte del capítulo metido en su despacho, quejándose de que lo tiene que hacer él todo y sólo entra en el taller para dar alguna sugerencia o echar broncas.

Luego están los dos hijos: Paul Teutul Jr., que se encarga de diseñar las motos y de montarlas (aunque es bastante pasota) y Mikey Teutul, que en esencia se encarga de hacer nada en el taller (vamos, que es más perro que la chaqueta de un guardia). Por supuesto, hay una serie de currantes que son los que realmente se trabajan la moto, ya sea en el torno, montando piezas o diseñando el vehículo delante del ordenador, y son los que trabajan con un montón de presión.

El programa de vez en cuando se desplaza fuera del taller y podemos ver la vida privada de los Teutul: cuando se van de vacaciones a Londres, cuando se montan en un Jet a reacción del ejército de los Estados Unidos, cuando juegan un partido de béisbol con la competencia, cuando se van de birras al bar… Entonces te das cuenta de que tienen las mismas discusiones que en el taller, aunque en el fondo se establece una relación muy patriarcal y, a la vez, muy emotiva.

Pues sí, tal como estáis pensando ahora mismo, las ideas literarias durante el verano se espesan y uno tiene que descolgarse con entradas como éstas en el blog. Pero no os preocupéis que el verano pasará, volverá la actividad cotidiana y los engranajes de mi cerebro volverán a funcionar saludablemente.



By David Mateo with 11 comments

miércoles, julio 23

Triste pero cierto...





Si es que hay gente que en cuanto abre la boca, la caga...

By David Mateo with 10 comments

martes, julio 22

El teatro secreto, de Victor Conde

Tras El dragón estelar, novela que apareció con el sello de Timun Mas durante el 2007, Victor Conde nos presenta su siguiente libro: «El teatro secreto», publicado por Parnaso. A priori, viendo el argumento, la trama me atrae un huevo. Denota mucho Gaiman, mucho Stardust, y eso ya es un aliciente. Además, Victor Conde es uno de esos autores que nunca defraudan, así que en cuanto lo vea en la librería lo pillaré para degustarlo en las calurosas tardes de verano.

Aquí van los datos del libro:

Los Umbrales, puertas que conectan el mundo real con Aradise, el país de las hadas, se han abierto. Un horrible monstruo ha cruzado a este lado aprovechando la ocasión, y los guardianes de la realidad se ponen en marcha para detenerlo. Luna, una joven bohemia que vive en Londres y hace espectáculos de performance callejero, se verá atrapada en una aventura que sobrepasa todo lo que ha visto hasta entonces, y que la conducirá a descubrir el mundo que se esconde más allá de los Umbrales…

El libro fue finalista del Premio Minotauro 2005 y Victor lo define como una fantasía onírica. Entre los trabajos publicados por este autor destacan «Piscis de Zhintra», «Mystes» o «El tercer nombre del emperador».

-ISBN-10: 84-96662-44-6
-ISBN-13: 978-84-96662-44-5
-Páginas: 226

Pues nada, un nuevo libro para engrosar la pila.

By David Mateo with 12 comments

El 80%

¿Recordáis la noticia que ha salido no hace mucho de que el Gobierno va a obligar a las operadoras a garantizar el 80% de la velocidad que ofertan? El Jueves ya ha sacado su propia versión al respecto.

By David Mateo with 5 comments

lunes, julio 21

Dinosaurio en New York

¿Un dinosaurio ha cobrado vida en los pasillos del museo de arte moderno de Nueva York? ¿Se ha escapado uno de los bichos de Parque Jurásico? Pues no, es la nueva atracción de los americanos: ¡¡un dinosaurio animatrónico!!




Preparaos, yanquis, las almas de metal y rascapiquilandia están más cerca.


By David Mateo with 3 comments

Los Serrano: una vuelta de tuerca más a la chabacanería española

Que vaya por delante que no he visto un puñetero capítulo de Los Serrano. Desde hace tiempo me la repampinflan bastante las series españolas. No les encuentro ningún tipo de interés. Ni me hacen gracia, ni les veo chicha y me parece que repiten una y otra vez el mismo argumento culebronero y de humor chabacano. Por lo que sé, algunos guionistas han intentado imitar la fórmula yanqui con El internado, y de ahí que estén obteniendo tan buenos resultados, pero dudo mucho que la serie en sí mantenga una coherencia argumental lo suficientemente equilibrada para llegarle a la suela de los zapatos a cualquier producción hecha en Norteamérica.

Este preámbulo viene a cuento del comentario que hace un par de días me dejó José Luís Mora en el blog y que me advertía del traumático final de Los Serrano (tranquilos, no voy a volver a hacer proselitismo contra el nefasto editor jefe de Marvel), lo que viene a ratificar mis sospechas respecto a los guionistas actuales de las series de televisión. Les importa tres cominos el producto que se llevan entre manos y su único objetivo es obtener audiencia. Que sí, que sí, que lo sé. A estas alturas no voy a ser tan inocente como para no saber que la audiencia lo es todo en televisión. Pero hay dos formas de ganarse la audiencia, mediante los guiones bien trabajados, las historias interesantes y los personajes atractivos, es decir, a la americana (en mayor o menor medida) o mediante el escándalo fácil y la chuflería ramplona. Esta segunda opción, por supuesto, me lleva a pensar que los guionistas de las series españolas en realidad no tienen el menor interés por sus personajes, el argumento que están creando y, claro está, por la serie en sí.

Pero volvamos a Los Serrano; una producción que según veo en Wikipedia, ha durado ¡¡¡ocho temporadas!!!, se ha estirado como un chicle e imagino que presenta las típicas y tópicas situaciones de enredo de toda comedia romántica. Hasta ahí bien, un subproducto español más a los que tan acostumbrados estamos. Pues bien, después de 147 capítulos disfrutando (o sufriendo) las historias del Resines y del Fran Perea de los cojones, los editores se sacan de la manga en los últimos seis minutos que toda la serie es un bluf, que las situaciones vividas, que las muertes de los personajes, que las vidas de los protagonistas que han seguido los espectadores semana tras semana (menos mal que ni me he acercado a semejante paja mental) son solamente un sueño. A tomar por culo cinco años de emisión ininterrumpida. ¿Y con qué cara se van a quedar los espectadores? Pues ni idea… pero seguro que los guionistas de la serie todavía se están partiendo el culo. Al fin y al cabo han conseguido lo que buscaban: el triple salto mortal —aunque sea a costa de un suicidio innecesario (situación muy barroca en una comedia de enredo) y de la mayor fantasmada del siglo— que les permite obtener un 25,6% de share y más de 3 millones y medio de espectadores, y presentar un final que destroza toda la serie pero que les permite estar en el candelero de las revistas y de los medios de comunicación a costa del morbo fácil. No sé cómo llamarán esto ustedes, pero yo creo que es una de las mayores tomaduras de pelo de la historia de la televisión. Bueno… tampoco vayamos a subirle demasiado el ego a los guionistas, que tampoco es que sean innovadores en estos andurriales, ya que no han hecho más que copiar la fórmula de Dallas (sí, ese momento histórico en el que Pam se despierta y ve a Bobby en la ducha y te das cuenta de que toda la temporada ha sido un sueño), aunque semejante salto de tiburón en Dallas supuso una caída de audiencias y en Los Serrano, los guionistas, se han asegurado de hacerlo al final, de manera cobarde y con alevosía, conscientes de que la pasta que han ganado con sus historias ilusorias está bien guardada en el banco y su cambio dramático ya no va a afectar a las audiencias.

Pues sí, flaco favor le han hecho estos individuos a las series españolas, que no hace más que reafirmar mi postura de que estamos ante subproductos artificiales y sosos que se nutren de la chusquería fácil, que son clones unos de otros y que están a años luz de las series norteamericanas y anglosajonas. Esperemos que el bueno de Alex de la Iglesia aparezca pronto y arregle un poco la cosa con su Plutón BRBNero.

By David Mateo with 12 comments

sábado, julio 19

Perversa en Dreamers

Ahora que empieza a asomar el getal por varias librerías, os pongo una reseña de Perversa que acaba de salir en el portal DREAMERS. Para leerla, ya sabéis, picáis sobre el siguiente enlace y váis directos a ella.



¡¡Buen y caluroso finde!!





By David Mateo with 5 comments

viernes, julio 18

El robocop de las oficinas

Leo en comunidad tecnológica:

En Japón, un robot recorre las oficinas para echar a los adictos al trabajo.

Un robot de vigilancia recorrerá durante la noche las oficinas de una empresa japonesa para expulsar a los empleados adictos al trabajo que se quedan haciendo horas suplementarias, anunció el viernes Alsok, una empresa privada de seguridad que creó este coloso sobre ruedas. Esa empresa nipona de servicios a domicilio y alquiler de material diverso, llamada Duskin, es la primera en comprar este "inspector cibernético" capaz de recorrer la empresa de noche y detectar eventuales anomalías.

Inclusive sabe tomar solo un ascensor para explorar planta por planta.

Este guardia "mecánico y electrónico" de última generación, también sabe detectar la presencia de personas en las oficinas a horas tardías y hasta preguntarles su identidad.

En ese caso, el empleado en cuestión deberá presentarle al robot su identificación nominal que pasará por un lector que registrará el nombre, apellido y hora del control.

El robot de Alsok está en alquiler por 390.000 yenes (2.300 euros) por mes.


Ante esta noticia sólo hay cabida para un pensamiento: la hemos jodido.

Preguntas que se me pasan por la cabeza:

-¿Atiende este robot a las tres leyes de la robótica?

-¿Está capacitado este robot para matar en caso de que no lleves el DNI encima?

-¿Es necesario este robot en España?

-¿Qué impide a Alsok crear un ejército de robots para conquitar el mundo?

-¿Por qué Alsok no crea un robot de alquiler para que tire al jefe de la oficina cuando nos esclaviza y nos obliga a quedarnos en el curro después de la jornada laboral?

-¿Entiende el robot que has regresado a la oficina porque te has dejado las llaves del coche o directamente te revienta la cabeza?

-¿El robot te da tres avisos antes de arrearte la hostia?

-¿De verdad que este robot es necesario en España?

-¿Cómo actúa el robot en caso de que te pille en la oficina a deshoras? ¿Te revienta a hostias? ¿Te desintegra? ¿Te suelta un discurso a lo Sánchez Dragó?

-¿Cómo le explicas al robot que no estás en la oficina currando sino que te has metido en el despacho para meterle un quiqui a la secretaria?

-¿Por qué no le han puesto un casco al robot como a Robocop?

-¿Dónde lleva las metralletas?

-¿Corres peligro de que tu novia secretaria se enrolle con el robot si la encuentra en la oficina currando a las dos de la madrugada?

-Ahora en serio: ¿hay algún pardillo en España que se gaste 390.000 yens en tirar a un tío que se queda en la oficina hasta las tres de la mañana?










¡¡¡Os recordamos que hoy toca actualización de Tajundra!!!

By David Mateo with 15 comments

jueves, julio 17

Náufragos

Vamos a escribir nuestro libro de fantasía. Tenemos ilusión por publicarlo. Queremos hacer realidad nuestros sueños más locos, dar rienda suelta a nuestra inventiva y recrear mundos oníricos que sólo habitan en nuestra cabeza. Y ya, de paso, ganar unas perritas, ¿no?

Bueno… eso está muy bien, pero antes de comenzar a trabajar, echemos un vistazo al mercado con los pies bien pegados al suelo. Y la mejor manera de ser realistas, es comparar la literatura fantástica con otro tipo de género. ¿Cuál? ¿Qué tal la literatura juvenil? Para ello vamos a poner cifras sobre la mesa, rescatadas de un artículo de Daniel Arjona que salió publicado en El Cultural y con fuentes obtenidas de la Federación del Gremio de Editores de España.

Para empezar nos encontramos con un dato avasallador:

La literatura juvenil es la segunda fuerza editora española tras la novela con más de 12.000 títulos y 60 millones de ejemplares anuales, casi el 18% del total de la producción editorial en nuestro país.


Ante una cifra tan categórica, hay quién comenzará a pensárselo, ¿no?

Si extrapolamos estas cifras a la literatura de género, nos encontramos con un mundillo que está en franca recesión. Las editoriales escatiman la aparición de nuevas novelas en el mercado e incluso algunos proyectos editoriales tienen graves problemas de distribución. Por lo tanto, estamos ante un género claramente tocado que no ha sabido subirse al vagón del éxito cuando tuvo la oportunidad.

Pero sigamos con el fenómeno literario de moda: el juvenil. ¿Dónde comienza su escalda?

El impacto de las siete entregas de la saga en el panorama editorial es difícilmente mesurable. No sólo a nivel cuantitativo (el número de ejemplares vendidos de toda la saga en España alcanza los seis millones) sino también cualitativo.

Los números cantan toda una revolución en las ventas de la Literatura Infantil y Juvenil durante la Era Rowling, en el período 2001-2006, último año del que existen datos fiables. Según los datos de la Federación del Gremio de Editores de España, en 2006 se publicaron 12.178 títulos de literatura juvenil y se editaron 60 millones de ejemplares frente a los 9.894 y 44,6 millones respectivamente de 2001. El comienzo de la llamada "época dorada" se localiza en los últimos 90 (el primer Potter data de 1997) cuando el número de títulos alcanza el 40% decrecimiento anual. Sigue una etapa de consolidación entre el año 2000y el 2002 en la que, tras una leve bajada inicial, el crecimiento se asienta en torno al 10% anual. Los últimos años han sido los de la maduración del sector, deudor ya de la fidelidad de un público activo que se comunica novedades y preferencias en la instantaneidad de la red y al que los grandes editores han llegado a temer ante la multiplicación de traducciones aficionadas de unos lectores cada vez más voraces y menos pacientes.

Es decir, la literatura juvenil encontró su canto del cisne en la saga de Harry Potter. ¿Supo encontrar la fantasía su canto de cisne? Obviamente, ante esta pregunta, nos volvemos inmediatamente ante la saga que ha revolucionado el mundo visual de la fantasía: El señor de los anillos. ¿Tanto ha influido Tolkien en las ventas de los libros de fantasía? ¿Puede compararse el fenómeno Rowling con el fenómeno Tolkien? La respuesta es evidente: no. Tolkien ha supuesto un revulsivo para las novelas del propio Tolkien, y si dejamos a un lado fenómenos mediáticos como Canción de Hielo y Fuego y franquicias, nos damos cuenta de que el resto de los autores nacionales e internacionales conviven sumidos en paupérrimas condiciones de publicación, con tiradas cada vez más exiguas (entre los 500 y 2000 ejemplares) que reducen los factores de riesgo.

En España el panorama lo copan las grandes casas como SM, Planeta, Alfaguara o Salamandra, que cuentan en su haber con los principales bestsellers mundiales, obras de venta segura y masiva, donde se juntan lo bueno y lo menos bueno. Subsisten además una miriada de pequeñas aldeas irreductibles con producciones minoritarias cocinadas a fuego lento, con mimo y buen hacer. Kalandraka, Libros del Zorro Rojo, MediaVaca, Kókinos o Diálogo son algunas de ellas.

Aquí nos damos cuenta inmediatamente, que la buena literatura fantástica, aquella que da beneficios, no se publica en los sellos de literatura fantástica, sino que es absorbida por los grandes grupos editoriales y aparece en los sellos de más empaque. Incluso me arriesgaría a decir que el nivel de facturación y de profesionalidad de las pequeñas editoriales juveniles (añadamos incluso editoriales autonómicas como Tandem o Tabarca) supera ampliamente a las editoriales más potentes de fantasía.

El Grupo SM es sin duda uno de los gigantes del sector tanto en España como en Latinoamérica. En 2007 vendió en todo el mundo más de 25 millones de ejemplares y su facturación creció un 19,6% en España y un 62,6% en su vertiente internacional. Este curso celebran que su legendaria colección Barco de Vapor cumple cinco lustros y también el éxito incontenible de Laura Gallego: su trilogía Memorias de Idhun ha vendido 400.000 ejemplares desde 2004 y su último libro, Dos velas para el diablo, obligó a posponer dos horas el cierre de la última feria del Libro ante la inagotable cola de chavales que ansiaban la firma de la autora.

¿Y dónde está la Laura Gallego del género fantástico? ¿Cuidan las editoriales de fantasía a los autores nacionales? ¿Desarrollan una política correcta en la promoción del autor y en el riesgo asumido a la hora de lanzar un libro al mercado literario? Sería injusto acusar a un editor de algo, ya que nadie en este mundo es quién para censurar las inversiones y el trabajo de otro. Simplemente estamos comparando escalas de crecimiento y buscando un porqué a la diferencia de crecimiento entre la literatura fantástica y la literatura juvenil.

Personalmente creo que en el mercado nacional existen autores con suficiente autoridad para convertirse en un fenómeno mediático como Laura Gallego. Y ahí tenemos a los Javier Negrete, Juan Miguel Aguilera, Rafa Marín, León Arsenal, José Miguel Vilar, J.E.Álamo, Jose Miguel Cuesta y José Rubio, José Miguel Pallarés, Joaquín Revuelta, Andrés Díaz, Rodolfo Martínez, Victor Conde, David Jasso, David Prieto, Daniel Mares, Claudio Cerdán y un largo etcétera que no voy a citar porque la lista sería interminable. Tenemos literatura para todos los gustos y todos los subgéneros. ¿Por qué ninguno ha alcanzado un cenit comparable al de Laura Gallego? ¿Por qué los autores que más destacan en las colecciones de fantasía acaban mudándose a la literatura histórica?

Ahora vamos a ver qué opinan los editores de literatura juvenil:

Elsa Aguiar, gerente editorial de Publicaciones Infantiles y Juveniles de SM opina que la Literatura Infantil y Juvenil disfruta de una gran vitalidad: "hay una oferta muy amplia de títulos, se lee (pese a lo que se diga) mucho, hay una mayor presencia en los medios y en la sociedad, es posible encontrar libros de muchos géneros y tipos, se traducen obras muy interesantes del extranjero y se publican magníficos autores españoles...".

Marta Bueno, directora del Área Infantil y Juvenil de Planeta tiene la impresión de que la literatura juvenil "está atravesando un momento muy interesante, ya que ha pasado de la más absoluta de las transparencias a ocupar un lugar visible, estratégico y determinante". La estrategia del grupo Planeta en este sector pasa por la diversificación, desde libros "para bebés de 6 meses, hasta jóvenes de 15-16 años".

Raúl González, director de marketing y comunicación de Alfaguara, está seguro deque "un lector infantil o juvenil será un lector adulto". "Desde mi punto de vista, la literatura infantil y juvenil siempre ha tenido dos líneas muy marcadas: las recomendaciones de lecturas escolares en las que este mercado comenzó a formarse y a crecer, gracias al trabajo de muchísimos profesores que inculcaron el gusto por la lectura a sus alumnos, y los libros más de consumo que compra directamente el lector (niño o joven) sin mediar una prescripción. Son estos últimos los que han contribuido últimamente a que la literatura juvenil dé el salto".

La editora de Salamandra, Sigrid Kraus, cree que "el gran boom que experimentó el género hace unos tres años ya ha pasado, pero nos ha dejado algunas cosas muy positivas: un panorama de libros mucho más rico y variado que antes, libreros más sensibles al tema, muchos jóvenes lectores con ganas de seguir leyendo".

Además, la literatura juvenil cuenta con un apoyo mediático que la literatura fantástica no tiene. Vergonzante que a estas alturas, los medios de comunicación descubran a autores de la talla de George R.R. Martin o Scott Baker, y todo porque la Semana Negra de Gijón haya contado con su participación, sino seguirían siendo esos grandes anónimos de la literatura. Aunque más de uno se llevaría una desagradable sorpresa si viera las cifras reales de venta de las grandes vacas sagradas del género fantástico y las comparásemos con otros autores que pululan fuera del género. Pero vayamos a la repercusión mediática de la literatura juvenil:

Cabe destacar para terminar a las citadas editoriales pequeñas, esos reductos minoritarios de calidad. Vicente Ferrer, de Media Vaca, cuyo Robinson Crusoe dibujado por Ajubel es, según el crítico de El Cultural, Gustavo Puerta Leisse, "el libro de la temporada", afirma que "Los libros para niños ya no son exclusivamente un producto barato destinado a entretener o a educar a los niños (y liberar a sus padres). Ahora hay más libros que son también literatura. Sin embargo, queda todavía mucho camino por recorrer; los aspectos de negocio siguen anteponiéndose a los criterios artísticos o creativos".

Fernando García, de Libros del Zorro Rojo defiende que su apuesta editorial "no intenta seguir tendencias de mercado preexistentes, sino contribuir a crear un espacio lector en el que convivimos (o malvivimos) algunas pocas editoriales que asumimos apuestas arriesgadas que, sin embargo, intentan componer un catálogo perdurable, explorando nuevos horizontes y apostando por un nuevo concepto de libro ilustrado".

Bien, tampoco quiero extenderme más. Cuando uno ve desfilar todas estas cifras y entiende que otros autores nacionales, despegados del género, están alcanzando cotas de éxito mayores con libros de fantasía (eso sí, publicados convenientemente con el sello de juvenil) y ve que hay grandes consorcios editoriales apoyando a pies juntillas a los autores patrios, no puede dejar de sentirse incómodo y preguntarse por qué la fantasía no ha sabido subirse al tren del éxito junto a la literatura juvenil. Cada vez entiendo menos las voces que denigran a los autores nacionales y apoyan incondicionalmente a un grupo de escritores internacionales que suelen ser deficitarios para las propias editoriales. Y, estudiando las voces de los grandes editores del género juvenil, uno acaba sintiéndose un náufrago que navega a la deriva de un mundillo complejo, enrevesado y lleno de trampas.


By David Mateo with 13 comments

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