Se acabó el puente...

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Tengo una teoría muy particular y es que cuando llega un puente largo (como el de este fin de semana) o las vacaciones de verano, el freak de estepa profunda se aburre y tiene que buscar camorra. Entonces aprovecha cualquier blog para meter caña. Hay veces que se presentan como simples trolls y realizan una serie de argumentos chuscos y patateros que suenan tan ridículos que no se lo creen ni ellos.

El más recurrido, dado que estamos en un ámbito literario es aquel de: «tengo mucha influencia en el mundo editorial. Una simple llamada mía y no vas a volver a publicar más». Para lo más crédulos hay que decir que eso es imposible. Si mañana el Rey de España, que influencia tiene un rato, se despierta con el rabo torcido y sale por televisión diciendo que no quiere que se publique a Paquirrín —por poner un ejemplo— al día siguiente Paquirrín va a tener 20.000 ofertas de publicación por parte de doscientas editoriales. Es más, ¿ustedes creen que los editores pueden ser influenciados por alguien? Los editores viven en una capa externa de la corteza terrestre y solamente pueden ser influenciados por los dioses. El Universo entero se pliega ante ellos. Tienen el don divino de la vida y de la muerte. Su simple mirada basta para crear mundos y destruirlos para siempre. Aunque también he de decir una cosa, en «Perversa» aparece un cuento en el que una librera amenaza con esos mismos argumentos a un autor novel («Ganado literario»). Obviamente, se trata de un relato de ciencia ficción ya que la susodicha señora domina la economía española a través de una cadena de librerías, de ahí que la tipa tenga tanta potestad sobre lo divino y lo humano. Pero aunque un día os fuerais a tomar un te con el dueño de la Fnac o del Corte Inglés, os aseguro que si recibierais una amenaza semejante, siempre tendrías las puertas abiertas de La casa del libro para que expusierais vuestra obra en una columna bien grande y con un cartel que rezara: «El libro que censuró nuestra competencia».

Otra de las amenazas más tronchantes es: «rectifica tus comentarios o nos veremos en los tribunales». Esa frase solía darla cierta autora ya desaparecida en muchos foros cuando se hablaba de las prácticas tendenciosas de su editorial. ¿Os imagináis lo costoso y lo farragoso que puede ser un proceso judicial? Tengo un amiguete que trabaja en el juzgado de lo social de Requena que seguro que nos podría dar una valoración objetiva de esto. Pero las querellas están reservadas para los famosillos y las folclóricas, que a base de poner tantas ya les hacen descuento. Otros que saben mucho de demandas son las grandes empresas que mueven cientos y cientos de millones. En el ámbito literario o te querellas porque te han plagiado el libro o casi mejor te quedas en casa durmiendo la mona. El ochenta por cien de los frikis no tenemos pasta para pagar los cómics de la semana, ¿cómo vamos a costear los gastos de un abogado?

Otra amenaza: «Voy a ir a tu casa para que me des todas esas explicaciones a la carita». Luego ves su IP y el tío es de Jerez de la Frontera y tú estás escribiendo en La Coruña. Entonces piensas: ¿y no sería más fácil poner un poquito más de guita y ya aprovechas para pasar unas vacaciones en Disneyworld París? Ya puestos a hacer las maletas para verle la cara a un tío feo, yo me voy a una calita del Mediterráneo, a ver si ligo con alguna bañista o bañisto (depende del género del que escribe el mensaje).

En fin, que hay amenazas que es mejor tomárselas a cachondeo por el poco fundamento que tienen, que si alguna vez os dejan algún comentario de este estilo en vuestro blog, mejor no le hagáis demasiado caso porque suelen venir de indocumentados o de gente que se aburre mucho. Es más, sentiros orgullosos si alguna vez alguien pierde un minuto de su miserable existencia en haceros la púa en vuestro blog, eso significará que hay gente que os lee y lo que decís tiene sustancia.

By David Mateo with 56 comments